HIYAB Y ABAYA INSERTADOS EN EL CONTEXTO DE LA CVOLUPTUOSIDAD LATINOAMERICANA, marzo 2018.
ABAYA Y HIYAB INSERTADOS EN EL CONTEXTO DE LA VOLUPTUOSIDAD LATINOAMERICANA.
Por Ana Lucía Forero
Morantes.
Comencé a estudiar y
trabajar sobre la Abaya prenda usada por
las mujeres en el mundo musulmán, norte
de África y Península Arábiga, para
cubrir su cuerpo. Y sobre el Hiyab, que significa cobertura o
velo que cubre el cuerpo en el mundo
musulmán.
La curiosidad comenzó en
razón a que mi mejor Amiga Claudia Sofía Mosquera, quién ahora vive en Dubái me propuso participar en una feria a finales
de 2017 y comienzos de 2018; lastimosamente el proyecto de viaje no se concretó
con el empresario a pesar de sus buenos oficios; sin embargo, el trabajo que realicé con miras
a la exposición fue hecho con mucha expectativa, amor y con una energía
maravillosa que invadía todo mi ser. Y
en ese sentido la obra se realizó.
En principio el nombre de la
obra se concretó cómo: Abaya y Hiyab desde mi mirada.
La primera vez que expuse la
obra lo hice en el marco de la inauguración de la exposición Candelarte
realizada en la Galería taza de Té en octubre de 2017, y para su inauguración
dentro de las actividades se programó una sesión fotográfica, a la que asistieron la
modelo Laura Gracia González y el Fotógrafo Lucas González.
Cuando la modelo vio la
abaya me propuso usarla con su cuerpo desnudo, no me lo había planteado, pero su mirada sobre la obra le inspiró
hacerlo.
Posteriormente Hernando Toro
Botero catalogado como uno de los mejores 10 fotógrafos colombianos, quiso trabajar igualmente con mi obra, de la
que surgió una serie espléndida de
Fotografía.
De este encuentro con
Hernando Toro Botero nace su nuevo nombre “LA ABAYA INSERTADA EN EL CONTEXTO DE LA
VOLUPTUOSIDAD LATINOAMERICANA”.
Dentro de este contexto y
dada la mirada de otro sobre mi obra, ella se va construyendo reconstruyendo, e insertando en lo epicureo.
No niego que la sensibilidad y el tacto, han estado presentes desde el
comienzo en mis obras, pues los
materiales sobre los que la realizo son sedas, velos y satines, que van a
habitar cuerpos femeninos como una segunda piel, el trabajar este tipo de
textiles su ligereza, su transparencia y su belleza al tacto me alegran el
alma, además mi paleta de colores
pretende atrapar un pedazo de sol, considero el color una energía poderosa
llamada a acompañar al ser humano durante su camino de vida. Ellos nos
energizan nos habitan. Y además
considero que sus cualidades energéticas y vibratorias nos hacen sentir bien y
ayudan a encontrar nuestra coherencia entre pensamiento sentimiento emoción y
acción como seres humanos y como humanidad.
Para realizar las obras
utilizo diferentes técnicas ancestrales entre ellas el Shibori y la Pintura
sobre agua.
Utilicé colores porque era
llevar mi mirada, mi sentir, mi pedazo de sol latinoamericano, directamente al
mundo musulmán, (en dónde el negro es el color elegido para estas prendas)
incorporado en una prenda tradicional musulmana; considerada por la cultura
occidental una aberración, una prenda que debe desaparecer, porque representa
el sometimiento de la mujer.
El ingrediente que nutre
ahora la obra es la mirada del otro,
cómo es percibida por el otro, yo
en ningún momento al descubrir la obra informé sobre la contextualización de la
misma, quienes la tuvieron en sus manos y trabajaron con ella le dieron su
propio significado y de allí deviene esta nueva obra ya nutrida con otra voluptuosidad,
con otra mirada.
Sé que esta nueva propuesta
puede llegar a ser para algunos escandalosa y hasta tildada de
irrespetuosa, entre otros juicios, pero para mí es la conclusión de la obra; es realmente
cuando se integra con otros seres quienes le van sumando valor.
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